Nana para mí...

Porque cada noche, me duermo mecida en tus palabras, navegando por el océano hasta tu ventana... Me encanta...

Duerme,
que viene la luna a hacer sombras
sobre tu blanca cuna,

Duerme,
que lobo de la noche arrostra los ojos
sobre tu níveo rostro

Duerme
que llueve desolado el alba
sobre tu sueño desvelado.

Duerme,
que trenzas negras en el horizonte
flotan como grandes grajos

Duerme,
que tu corazón vigía
nunca pierde su destino.

Se durmió la niña
entre dos océanos marinos
que espejean estrellas y mariposas

Se durmió la niña
y en la lágrima del mar
los barcos ya son brisa

Se durmió la niña
y el tiempo tropical se quedo
sin prisa entre su pelo soñoliento

Se durmió la niña
y respira mañana de vida
tarde de fiebre y melancolía.

Se durmió la niña,
y el mundo se hizo aura
en su sueño plácido y profundo.

Niña morena, si despiertas
crecerán los árboles y nubes,
las plazas y las calles.
las áridas sabanas,
de las sábanas desiertas.

Niña morena, si despiertas,
volverá el giro de la tierra,
los océanos a sus profundidades,
al fondo los animales abisales
a refulgir en las frías sumidades.

Niña morena, si despiertas
sentirás que tu alma creció fuera
como guirnaldas y narcisos esteparios
que perduran de una a otra primavera
aguerridos al tempero diario.

Sueño de luna, luna de noche,
noche de lluvia, lluvia tropical
océanos de cuna, negro derroche,
rostro níveo, vida cenital.

Martín París...