viernes, 6 de mayo de 2011

Infarto

Tengo el alma ajada de tanto pensar lo que piensas

De tanto recordar los recuerdos que olvidaste,

Esos en que sonreía, en las cafeterías sin café

Con los poemas en prosa, y las cartas rimadas

Y se arruga la piel que recubre mis labios

Cuando me vuelvo una anciana

De tanto pensar, en tus neuronas dormidas

Y tu corazón solitario, en aquella ciudad…

…Enorme…

Igual que la ausencia que dejó, tu voz en mis oídos

Esa que no se cura con nada,

Que nadie llena, que nadie toca

Esa que me atrapó contigo, hasta volverte a ver…

A veces juego a que no existes, y no puedo respirar,

El corazón se me acelera, como un colibrí…

Y tengo que dejar de jugar, o moriré… de un infarto

Aparece pronto…ya me duele extrañarte

(no es divertido)