La niñita de la estrella,
de su cama se perdió
con aquella alma traviesa
que tu vida iluminó...
Esa tarde de verano
que el destino los unió...
naufragando en tu mirada
tus silencios escuchó...
Te contó sus desventuras
y tu amor se te escapó
por las rendijas olvidadas
de tu alma y corazón
Fuiste el rey de su Universo
sin ser príncipe de amor,
cabalgando en los segundos
que de su vida te obsequió
Y llenando tus vacíos
de ternura e ilusión
navegaron de regreso
a su estrella del amor...
Papá tiempo y mamá muerte
les dieron su bendición
conmovidos por el brillo
de la vida y su esplendor....
Como mencionó el poeta
encantado en su visión
de Margarita Debayle
en su soneto de amor...
Viste el rey ropas brillantes,
y luego hace desfilar...
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar
Desde el país encantado
donde nació aquella flor
esa margarita blanca,
que tu vida trastocó
Que lleguen a ti sus besos
atravesando el dolor
de aquel océano profundo
que los separa a los dos...
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Hace 2 años